Para ganar a veces hay que perder, y seis meses después, el 'Brown Pride' cierra bocas y le deja claro a los seguidores de UFC, que va por lo que es suyo.
Esta vez el semblante de Caín era diferente, el objetivo estaba claro, no habrá cinto sin vencer a 'Big foot' y lo más importante: para recuperar la confianza hay que ganar y aplastar a Silva.
Y así fue. Velasquez, como una tormenta de arena, ahogó a Silva con sus golpes y el gigante brasileño nunca supo contraatacar a Caín. Quizá fue el precio del debut el que tuvo que pagar 'Big foot' pues difícilmente había sido maltratado de tal manera.
De Anaheim a Las Vegas Caín se reconstruyó, dejó los nervios en casa y se convirtió en el contendiente número uno sin duda alguna, ahora el octágono espera una de la peleas que marcará un antes y un después: Dos Santos vs Velasquez II.