jueves, 28 de febrero de 2013

La carrera que Pistorius no pudo ganar



Debe ser una de las historias más conmovedoras del deporte. ¿Quién no sería un ejemplo de superación como hasta hace unos días lo era Pistorius? El niño que nació sin peronés y que con ‘aspas de fibra de carbono’ le enseñó al mundo que no hay obstáculo más grande que la mente del ser humano.

Si, ese muchacho sudafricano nunca encontró límites. Pudo vencer a la naturaleza misma y hasta con récords mundiales incluidos, Pistorius hizo crecer su nombre cada día más. ¿Será la capacidad de vencerse a sí mismo, la que hizo creerle que era superior a la vida? Quizá ‘Blade runner’ creyó ser intocable e inalcanzable para la justicia.

En un incidente lamentable, Pistorius acabó con tres vidas con una sola bala. Mató a su novia, quien estaba embarazada y echo por tierra 26 años de una batalla que para muchos fue épica, y dejó al superhéroe retratado como lo que es: un simple ser humano.

Así como cae el árbol más grande del bosque, lo que le sucedió a Pistorius corrió como pólvora y su mayor patrocinador no tardó en quitar su apoyo. Curiosamente el próximo anuncio del corredor rezaba esta leyenda: Yo soy la bala en la recámara.

Y creo que sí, Pistorius es una bala, es objeto que solo obedece una vez, una vez disparada no se puede tener control sobre ella, y ‘Blade runner’ había vencido a la misma vida, ¿qué podría hacerle creer que saldría otra vez como ganador?

Armstrong, Pistorius y muchos atletas nos han enseñado que en la vida, el mayor obstáculo está en nosotros mismos. El peor enemigo es nuestra mente, que trata de hacernos creer que no somos capaces de vencer. Valdrá la pena quedarnos con lo mejor de ‘Blade runner’, así como tantos ‘ídolos de barro’ que hemos visto en el deporte: la vida personal no debemos tomarla en cuenta.

Por último, el corredor sudafricano mostró un tatuaje que decía así: "1 Corintios 9:26-27 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire,  sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado".

Posiblemente el mismo Pistorius sabía que una de las batallas más complicadas era con él mismo, pero esta no pudo ganarla…