Debe ser una de las historias más conmovedoras del deporte. ¿Quién no sería un ejemplo de superación como hasta hace unos días lo era Pistorius? El niño que nació sin peronés y que con ‘aspas de fibra de carbono’ le enseñó al mundo que no hay obstáculo más grande que la mente del ser humano.
Si, ese muchacho sudafricano nunca encontró
límites. Pudo vencer a la naturaleza misma y hasta con récords mundiales
incluidos, Pistorius hizo crecer su nombre cada día más. ¿Será la capacidad de
vencerse a sí mismo, la que hizo creerle que era superior a la vida? Quizá
‘Blade runner’ creyó ser intocable e inalcanzable para la justicia.
En un incidente lamentable, Pistorius acabó
con tres vidas con una sola bala. Mató a su novia, quien estaba embarazada y
echo por tierra 26 años de una batalla que para muchos fue épica, y dejó al
superhéroe retratado como lo que es: un simple ser humano.
Así como cae el árbol más grande del bosque,
lo que le sucedió a Pistorius corrió como pólvora y su mayor patrocinador no
tardó en quitar su apoyo. Curiosamente el próximo anuncio del corredor rezaba
esta leyenda: Yo soy la bala en la recámara.
Y creo que sí, Pistorius es una bala, es
objeto que solo obedece una vez, una vez disparada no se puede tener control
sobre ella, y ‘Blade runner’ había vencido a la misma vida, ¿qué podría hacerle
creer que saldría otra vez como ganador?
Armstrong, Pistorius y muchos atletas nos han
enseñado que en la vida, el mayor obstáculo está en nosotros mismos. El peor
enemigo es nuestra mente, que trata de hacernos creer que no somos capaces de
vencer. Valdrá la pena quedarnos con lo mejor de ‘Blade runner’, así como
tantos ‘ídolos de barro’ que hemos visto en el deporte: la vida personal no
debemos tomarla en cuenta.
Por último, el corredor sudafricano mostró un
tatuaje que decía así: "1 Corintios 9:26-27 Así que, yo de esta manera
corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el
aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo
pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo
venga a ser eliminado".
Posiblemente el mismo Pistorius sabía que una
de las batallas más complicadas era con él mismo, pero esta no pudo ganarla…